Las copleras trayendo el canto ancestral de la tierra. |
Una grata
confluencia de cantares y decires
Se
desarrolló en el Centro Tradicionalista “Canario Peralta” el Festival de la
Familia en adhesión a los 25 años del programa radial “Huellas Nacionales”.
El "Negro Blanco " invitó el sábado 9 a
participar del denominado “Festival de la Familia” que guardaba en su
intención, festejar rodeado de artistas amigos llegados de muchas partes, su
cumpleaños Nº 62.
José María Blanco, tal como figura en su DNI
es oriundo de Casbas, una localidad de la provincia de Buenos Aires. Hace cerca
de tres décadas recaló en Oncativo. Representante de artistas de la talla de
Ariel Petrocelli; Hugo Giménez Agüero; Ildo Patriarca y Ramón Ayala, entre
otros, ha tejido una red de afectos a lo largo y a lo ancho del país que hacen
que cuando convoca a un encuentro, la respuesta no se haga esperar. Pese a una jornada en la que una lluvia intermitente quería vestir de gris no solo el cielo sino también los espíritus, el potente sol del arte compartido, iluminó el sábado 9 de abril.
El comienzo del festival pautado para las 21:30 horas se retrasó por el armado del escenario, de acuerdo a lo anunciado y recién cerca de las once de la noche el anfitrión se dispuso a abrir la noche con el mensaje que lo caracteriza. Ilustrador como pocos, dejó con cuatro trazos poéticos, abierta la huella para que la copla y la voz dolida de Eva Sulca. La coplera nos trasladó a su Salta querida y recordó al inolvidable “Tata” Duarte, vidalero y artesano riojano recientemente fallecido. A ella se sumó Angélica Vargas para golpear de a dos la caja y los corazones. Llegaría Hernán Cavallo y su acuarela musical rioplatense al que se unió el local Javier Rosas para hacer presente la música y la poesía de José Carbajal.
Armando de Guaymallén, presente
El actor porteño Claudio Bevilacqua trajo la poesía de Armando Tejada Gómez e invitó al escenario a “Lito” Frattari, superando por fin su círculo íntimo de amigos para traer también del enorme poeta mendocino “La vida dos veces” y “Pedro Changa” con un tono decidor que conmovió al público. Jorge Del Coll, se vino desde Salsipuedes a compartir las canciones de su autoría y a reflejar el gran trabajo que ha llevado adelante en la difusión de la lengua quichua. Mauro Nievas del Castillo aportó frescura, afinación y talento. El artista “Sanmarqueño” contó con un “Bombisto” de lujo: Pablo Lozano quien llegaría luego para cantar sus clásico, armar dúo y definir la convocatoria como "un grupo de artistas cada vez más nutrido; una convocatoria única, amada entre alegría, trabajo y libertad”.
Párrafo aparte merece la señora Silvia Barrios, "cargando" la palabra lo que el pueblo necesitaba escuchar. Tomas Penacino, arrimó su canto llegado desde la pequeña localidad de Emilio V. Bunge, en la provincia de Buenos Aires. Con muy buen repertorio propio y consciente que faltaban muchos artistas y ya era la una y media del domingo, redujo su tiempo de actuación a tres canciones demostrando que la solidaridad en el arte está viva. Subió a continuación al escenario Héctor “Piolín” Villafañe y la delegación de Río Tercero con su mensaje impregnado del sentir yupanquiano. El cierre ya promediando las cuatro de la mañana, le correspondió al grupo de rosarinos que traían a Gero Nimo, con su canto nuevo y fresco.
Delante del escenario no faltó la danza a la que sumaron numerosas parejas, entre ella Juan Balbontin, el percusionista chileno que se vino desde Rosario y lejos de molestarse por no poder llegar al escenario, se prendió a gatos y chacareras, dejando a las claras que muchos de los que llegan a estos encuentros vienen vestir el alma de gozo por un mismo sentir hacia las cosas nuestras, que el aplauso de la gente
En resumen, otra noche más con la marca de “El negro Blanco”¡Felicitaciones!
Fuente: F.M. Conocernos (Oncativo)