domingo, 23 de febrero de 2020

Buenos Aires – Bunge en bicicleta


Los hermanos Sebastián y Emmanuel Cenizo recorrieron  casi 500 kilómetros en su primer raid ciclístico, que los abre a nuevas aventuras.

Por Tomás E Penacino

La idea de venir a Bunge a comer un asado, surgida en el seno de una reunión familiar, no parecía algo fuera de la común, ya que la casa paterna, habitada por “El Chueco” (Rubén Omar) está gratamente habituada a recibir a los cuatro hermanos Cenizo a compartir la vida. Lo original fue que, el desafío que Sebastián lanzó a Emmanuel, era, venirse al pago que los vio nacer, desde la casa del primero en el barrio porteño de Liniers, en bicicleta.
Hubo por supuesto, un par de meses de preparación,  período de tiempo en el que  fueron reuniendo el equipamiento necesario. Es que el proyecto fue auto abastecerse en el camino, sin equipo de apoyo alguno.
Por fin el miércoles 19 de febrero, se pusieron en marcha. Hicieron la primera parada para pernoctar y reponer fuerzas en Carmen de Areco. Al día siguiente, siempre por la ruta nacional N° 7, pedalearon hasta llegar a Junín y pasar allí la noche del jueves. El día viernes, abandonaron la ruta nacional a la altura de la localidad de Juan Bautista Alberdi. Luego de hacer un tramo pavimentado hasta Germania, optaron por el camino de tierra. Los recibiría la pequeña localidad de Ingeniero Balbín, en el partido de General Pinto, con apenas un par de decenas de habitantes y su calles de pasto. Allí la hospitalidad de un vecino, les permitió acampar en el patio de su casa y hasta los sorprendió al día siguiente, acercándoles pan casero para el desayuno.
El tramo final del día sábado, los encontró a los hermanos pasando por Pichincha, Santa Eleodora y Piedritas. Aquí retomaron camino pavimentado hasta Bunge.
En esta etapa final, los acompañó Rubén “Palomo” Leyton, con numerosas travesías ciclísticas en su historial.
Alrededor de las siete y media de la tarde del sábado 22, los raidistas arribaron al portal de Emilio V. Bunge donde eran aguardados por familiares y algunos vecinos.
Tanto Sebastián como Emanuel, valoraron como muy positiva la experiencia. Ambos coincidieron también que, si sus familias prestan acuerdo, seguramente podrán hacerse nuevamente al camino, para disfrutar del paisaje y vivir momentos únicos, que solo pueden experimentarse desde la altura de una bicicleta.

Rumbo al pago
Antes de partir desde la casa de Sebastián, en Liniers

Cerca de Chacabuco en la segunda jornada

¡Elongando!


Encuentro fortuito con unos tíos en el camino

Con el hospitalario vecino de Ingeniero Balbin

Sacándose el frío antes de emprender el último tramo

Acompañados por Rubén Leyton en el camino Piedritas -Bunge


Junto a familiares y amigos en el portal de acceso a Emilio V. Bunge