Entrada la noche del viernes se escucharon los únicos bocinazos como signo de alegría que suponíamos iban a darse con mucha intensidad el día sábado, ocasión en que Argentina jugaba su suerte con Alemania en el mundial de futbol. Uruguay, que como es de público conocimiento, de modo extraordinario pudo acceder a las semifinales, concentró la única alegría futbolera del fin de semana a ese nivel, ya que, localmente, sí hubo un motivo de júbilo el domingo por la tarde cuando Futbol Club quebró el invicto del campeón Ingeniero White por 2 a 0 en el "Once de Mayo". La familia Walser, radicada en nuestro medio desde hace varios años, oriundos de Cardona, el mismo pueblo del relator deportivo Victor Hugo Morales, hizo sentir su gozo por calles de Bunge; alegría que compartimos, aún hoy con mas razón pro ser los únicos representantes sudamericanos en el tramo final del torneo ecuménico.
Nos viene a la memoria, al evocar al Uruguay y este vinculo con la Argentina y, en especial con nuestro pueblo, la figura de Enrique García, aquel magnífico jugador de futbol que alguna vez vistio la casaca de Wanders de Montevideo y recaló por estos lares donde además de deslumbrar con sus dotes deportivas que iban mas allá del futbol, como la pelota a paleta, fundó una familia que hoy se prolonga en su hija y nietos en la comunidad. ¡Aguante La Celeste!
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