Dos autos protagonizaron
un violento choque en la esquina de Laura Gariboldi y Europa
Pasadas
las 6 de la mañana de este sábado 19, luego de la finalización del baile de
egresados de la promoción 2015 del instituto Secundario “San Juan Nepomuceno”,
un fuerte golpe interrumpió el descanso de los vecinos. Un automóvil Volkswagen
Gol conducido por Federico Gielis, que circulaba por la calle Laura Gariboldi
con dirección hacia el Norte, impactó violentamente en la intersección de la
calle Europa, contra un automóvil Renault Megane conducido por Cristian Gómez
quien se dirigía con dirección hacia el Oeste. En el primero de los vehículos
viajaban además del conductor, tres jóvenes de la localidad, en tanto en el
Renault iba otra persona joven también de Emilio V Bunge. El choque tremendo
hizo que el Renault quedara sobre el
cordón de la vereda frente a al domicilio de Elba Iturria en tanto que el Gol
blanco recién detuvo su carrera unos cincuenta metros más adelante, frente al
domicilio de Zulma y Juan Carlos Fogliatto, perdiendo en el camino parte de la
carrocería. Intervino rápidamente la policía quien luego de verificar que, milagrosamente no
había heridos, se retiró del lugar.
EXTREMAR CONTROLES
Por las características de la colisión,
el saldo pudo haber sido mucho peor en cuanto a los daños físicos sufridos por
los ocupantes de ambos vehículos, que se limitó a algunas contusiones. Esto
pone de manifiesto una vez más, la necesidad urgente de revisar algunas cosas:
por un lado la responsabilidad de los conductores ya que según el informe de
los vecinos, el Gol venía a altísima velocidad. Por otra parte la necesidad, no
solo en esta circunstancia de que, las nuevas autoridades municipales en conjunto
con la policía, apliquen la reglamentación vigente en materia de transito con
todo su rigor, en salvaguarda de la vida
de los mismos conductores y habitantes en general.
Se observa constantemente en el
pueblo a menores conduciendo vehículos, la mayoría de ellos, por la edad que
registran, sin licencia de conducir; niños a bordo de motocicletas, obviamente
también sin licencia, ni casco protector. A esto se suma el retorno de los cuatriciclos,
los que, consultada a la autoridad policial, tienen prohibida su circulación en
zona urbana, solo permitida para el área rural. Al bordo de estos rodados suele
verse a adultos y lo que es peor a menores conduciendo a altas velocidades.
¡BASTA DE MIRAR
PARA OTRO LADO!
Hace bastante tiempo, por providencia
divina, que Bunge no tiene que llorar la pérdida de sus hijos en accidentes de
tránsito como sí lo han padecido recientemente comunidades vecinas. Sería muy
importante que las autoridades y en especial los padres, silenciosos cómplices de los desatinos de sus hijos, no
sigan confiando en que la buena fortuna resuelva lo que la impericia, la
irresponsabilidad y la desidia, no quieren enfrentar.
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