Casi nadie recuerda que se halla despedido un año con una lluvia incesante que, desde la tarde del jueves 31 se prolongó hasta la madrugada del 1º de enero. Tal circunstancia no permitió la tradicional caravana de automóviles saludando el año nuevo por las calles del pueblo. Además, cerca de las 3 de la mañana, se levantó un fuerte viento que derribó mas de veinte ejemplares de álamo que conforman la arboleda plantada en terrenos del ferrocarril sobre la calle Alsina (Barrio Norte). Se atribuye la caída a que se construyó, a pocos metros de los árboles, un canal de desagüe que carcomió las raíces de muchos de ellos, debilitando su frondosa estructura.
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