Mas de tres mil quinientas personas le pusieron un marco espectacular al cierre de los carnavales 2010. La presencia de numeros de la ciudad de General Villegas y General Pinto se sumaron a los numeros de disfraces locales de la primera noche y aparecieron algunos nuevos , tal el caso del "reverendo" Tito Vizcar (foto) con su capilla rodante, un par de hinchas de River Plate con gallina incluída, y algunos más.
Es indudable que el poder de convocatoria de los corsos de Bunge sigue intacta. Seguramente mucho tiene que ver el peso historico de una tradición que lleva mas de ochenta años de realización casi ininterrumpidamente. Su organización, aún cuando hayan sido apenas dos jornadas, demanda un esfuerzo humano muy importante. Por eso esta página ha querido reflejar en las imagenes algunos de esos colaboradores que ofrecieron su tiempo en las dos jornadas. Muchos de ellos pertenecen a las comisiones de otras instituciones que se suman por estos días a Futbol Club, la entidad organizadora.
Hace algunas semanas opinábamos acerca de la necesidad de constituir una sub comision de corsos, atendiendo a que el carnaval es la fiesta mas importante del año para el pueblo.
Seguramente el aporte de más gente a la organización evitará, por ejemplo, que se realice el carnaval con el solo objeto de recaudar dinero alejandose del hecho social, cultural y artístico que el mismo propone. Es indudable que el espectáculo se ha sostenido por el aporte de la comparsa de Lorena Arozarena, sumando este año a Ciro Nicola y Jorge Martinez, entregando desde sus personajes, la imprescindible cuota de humor, y numeros fóraneos. Lo demás ha sido casi irrelevante. Creemos que hay en el pueblo un potencial importante de creatividad, de ingenio, que puede volcarse a la conformación de murgas, carrozas, números mecánicos, si se los convoca y estimula convenientemente. Se impone invertir parte de lo que el corso genera en infraestructura. Por ejemplo, La luminaria es muy pobre y el sonido, ante la falta de una red de bocinas, sigue sin ser audible en varios tramos la vía del corso. Seguramente, siempre pensando en positivo, mucho se podría aportar para mejorar esta fiesta ya que la gente que llega de todas partes, merece un mejor espectáculo y organizacion. Era harto dificultoso desplazarse, por ejemplo, principalmente al ingresar por el acceso sur de la calle Emilio V. Bunge, donde el paso estaba totalmente cerrado por sillas y mesas dispuestas sin ningun orden. El público tambien necesita se educado en algun aspecto y establecerse, ante el paso de murgas y comparsas, un cordon a ambos flancos para evitar que se mezclen en el espectaculo los niños y jovenes que juegan con nieve, corriendo entre los bailarines y ejecutantes, desluciendo su paso.
De todos modos, se ha ido el carnaval, la llama sigue viva y Bunge sigue siendo referente indiscutido en este rincón de la provincia. Ojalá todos los que amamos esta fiesta nos sentemos con los organizadores con la debida antelacion, a pensar entre todos como potenciar este festejo tan metido en el corazon de la comunidad.
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