jueves, 15 de diciembre de 2011

Cuidemos la vida de nuestros jóvenes


Los recientes hechos en la zona de pérdidas de vidas jóvenes que pudieron haberse evitado si toda la sociedad hubiera estado más atenta para dar el alerta, nos llevan a hacer un fuerte llamamiento a todos los actores de la vida comunitaria para cuidar de la vida de nuestros jóvenes. Se vienen días de celebración (bailes de egresados; Navidad; Fin de año; el regreso de estudiantes que están afuera, etc.). Todo invita a la sana alegría del encuentro y a hacer fiesta.Pero esa fiesta puede empañarse por el excesivo consumo de alcohol y, lo que es peor, que quienes consuman alcohol estén al volante de un automotor.Por eso la policía, las autoridades municipales,LOS PADRES, los responsables de los locales donde se expenden bebidas no sean cómplices de nuevas muertes vendiendo alcohol a menores o a adultos que ya estén evidentemente con signos de ebriedad; se realicen los controles de alcoholemia; se alerte a los padres de aquellos jóvenes que muestren conductas que pongan en peligro sus vidas y la de terceros.Es inútil llorar sobre la leche derramada. El dolor se hace insoportable después y aún más si se puede evitar. ¡A no esconder la cabeza como el avestruz!

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