Por iniciativa de inescrupulosos vecinos se ha habilitado como basurero no oficial la calle de tierra paralela a la ruta. Es posible acceder a ella tomando el camino al cementerio y doblando a la derecha una vez hecho unos doscientos metros. Allí, sin tener que recorrer los fatigosos casi mil metros que separan al pueblo del predio destinado por la Municipalidad a basural, es posible descargar todo lo que se le ocurra. No hay limitación alguna como podrá apreciarse en la muestra fotográfica. Si usted es pintor de oficio podrá arrojar allí las latas de pintura vacías, los rodillos, lijas y todo elemento ya inutilizado. Si ha decidido con motivo de las fiestas renovar la cocina, puede usted depositar la vieja (a la cocina me refiero) en el lugar, eso sí, como nos enseña nuestro prójimo en la foto, con el debido cuidado de dejarla debajo de los árboles para que el sol no dañe la pintura y pueda ser utilizado el artefacto del hogar por otra familia menos afortunada. Si recambió el piso de la vereda o el del galponcito y no sabe que hacer con las baldosas que se retiraron, ya tiene un buen lugar que, además, como es visible desde lejos, la montaña de escombros puede ser útil para que los teros tengan una mejor visión del entorno. Ahora, si de pronto resolvió limpiar la tolva o los depósitos de la sembradora, también puede arrojar en el basural ampliado la semilla curada que si bien puede matar algunos peludos y gorriones desprevenidos no representan peligro para la salud del ser humano.Al levantar nuestras copas tengamos en cuenta a quienes desde el anonimato contribuyen a que Bunge sea el pueblo que más progresa.
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