Los rumores corren como reguero de
pólvora y los mensajes que llegan a partir de algunos chasquis, anuncian un
viernes negro para Charlone
Escribe
Martín Urricelqui
S
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egún
trascendió, el último día de marzo no sólo se llevaría la papeleta del
almanaque, sino una historia de casi 70 años, que nos marcó como pueblo. SanCor
cerraría definitivamente y con esta decisión, 51 familias quedarían en la
calle; un centenar de productores lecheros tendrían que buscar otros mercados o
reconvertirse obligados por la circunstancias y Charlone entraría en una crisis
de dimensiones inimaginables que derivarían en vaya a saber qué.
¿Qué
hacemos para frenar esto? ¿Cómo hacemos para proteger a nuestro sistema
productivo, nuestro tejido social, lo que nos queda de pueblo? Las preguntas
son infinitas, pero me gustaría reflexionar sobre un interrogante que anda
dando vueltas desde hace tiempo: ¿Cuándo fue que nos volvimos tan
"SanCor-dependientes"?
La
historia, que es sabia y siempre tenemos que tener presente, nos ha demostrado
que Charlone fue otro desde que en 1949 la incipiente empresa cooperativa
traspasó los límites de Córdoba y Santa Fe y eligió nuestro terruño como el
lugar para instalar su nueva fábrica. También los hechos han dejado en
evidencia que en 70 años hemos vivido acorde a los vaivenes económicos de una
empresa y sus cimbronazos. Aun así, sobrevivimos.
La vida antes de Sancor
Por
eso, vuelvo a preguntarme: ¿Cuándo fue que nos volvimos tan
"SanCor-dependientes"? La historia también nos muestra que antes de
SanCor, Charlone ya era un pueblo industrial. Hacia la década del 40 los
tamberos locales ya se habían organizado en una cooperativa e instalado ¡¡3
fábricas de quesos!! para procesar la leche que se producía en la zona. Fue
entonces cuando SanCor conoció la experiencia local y se interesó en asociarse
y capitalizar la importante cuenca lechera.
Es
una verdad de perogrullo, pero la historia no es más que el relato de los
hechos y en nuestro caso, tenemos que decir que hemos tenido una trayectoria
que debería ponernos orgullosos.
Para
pensarlo. Saquemos lo mejor de nosotros y no resignemos ese componente de
progreso que signa nuestro ADN. Si pudimos antes, ¿por qué no ahora?
Fábrica Nº 1, inaugurada en Setiembre de 1946, en un
predio ubicado a 15 kilómetros al norte del pueblo
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