En su Bunge amado. Marcelo Pozzi, Susana Romano de Pozzi y Susana Pozzi en
los 50 años del Jardín de Infantes "Rosario Vera Peñaloza" (Mayo de 2016)
Nos hemos enterado que ha fallecido por tierras santafesinas, Susana Romano de Pozzi, la recordada y querida esposa del médico que sirvió den Bunge por casi 40 años. Andaba por los 87 años y, según me contó su hijo Marcelo (“Cepillo” para los bungenses”) le puso “garra” y sentido del humor hasta sus últimos días.
Susana llegó a Bunge el 9 de noviembre de 1962, siguiendo los pasos de su novio Ercilio por entonces, quien un mes antes había llegado al pueblo por un reemplazo solo por tres meses. El destino les tendría preparada otra cosa: ¡vivir en Bunge 39 años! Un año después se casaron y aquí también nacieron sus hijos.
Blanca “Totita” Salvador, enfermera de la clínica que levantó Pozzi con la ayuda de todo el pueblo, la recordó a su Susana como “la instrumentista del quirófano”. Es que hace cincuenta años atrás, Pozzi con el anestesista Centeno, realizaban entre 6 y 7 operaciones en un fin de semana del mes. “Totita” la recordó a Susana como muy compañera y amiga de hacer bromas también, como aquella vez que le metió un sapo en el monedero a Blanca Torres que trabajaba en el escritorio de Leporati y todos los días iba a la clínica a tomar mate.
Compromiso comunitarioSusana se tomó muy en serio la propuesta del padre Mancuso de que se abriera un Jardín de Infantes en Bunge. Junto a otras personas se dieron a la tarea a movilizar el pueblo. Recordó esos comienzos cuando nos visitó en ocasión de las “Bodas de Oro” del Jardín en mayo de 2016. Decía en esa oportunidad: “De los comienzos del Jardín me acuerdo que fuimos a ver a “las nenas” Bunge, porque así le decían. Nos atendió Catalina y nos cedió la casa donde empezamos. Hubo que arreglar las paredes, el techo que se llovía por todas partes, pero cooperó muchísima gente”.
Los Pozzi-Romano se fueron del pueblo rumbo a Rosario en el año 2000 con tristeza en el corazón por las raíces echadas aquí. Ni Ercilio, ni su esposa ni sus hijos han olvidado jamás este pago. “Cuando nos reunimos en casa, siempre sale algo de lo que vivimos acá” contó Susana.
Como bien escribió en su cuenta de Facebook su compadre “Carlitos” (Carlos Jorge) González, Susana ha sido “esposa y madre ejemplar, solidaria, humilde y muchas cosas lindas más”. Esa “lindura” del alma hermoseó nuestra vida pueblerina y eso se agradece.
¡Hasta más vernos “Señora Susana”, saludos al “Doc”, ¡y Gracias por todo”!
Cumpleaños de su hijo Marcelo en el primer edificio del Jardín de Infantes. Susana (arriba, la 1ra. de la izquierda) junto a las docentes Cristina Blasquez, Elena Clara Gutiérrez, "Marieta" Manassero y su mamá.Entre los niños sus hijos Marcelo y "Susanita".
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Mi muy amada seño Susana clienta mensual en mi peluquería.....
ResponderEliminarDame los ccepillos....peines....y le quitaba pelos q x ahí quedaban entre sus dientes...olvidarte JAMAS.Te Amaré x siempre..!!!
Cuentan las lenguas bungenses que cuando fue al primer velorio en el pago, le dieron el famoso café "chupe y pase". Y ella, que ignoraba aquellas costumbres, hizo un esfuerzo muy grande con la bombilla para vaciar el gran jarro
ResponderEliminarEn Bunge y a través del tiempo... la amamos, Susana
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