El pasado sábado 13 de noviembre, el hogar de día que funciona en dependencias del ex ferrocarril General San Martín, celebró el décimo aniversario de su creación. Si bien no pudo llevarse a cabo el día viernes la charla que estaba programada a cargo de la doctora Florencia Vachetto,el sábado las actividades comenzaron frente a la Casa de la Cultura "San Genaro". Allí se inauguró una cancha de volley playero construída por profesores del CEF, realizándose algunos encuentros informales entre adolescentes y jóvenes de la comunidad. Los más chicos disfrutaron de peloteros facilitados sin cargo por "Richard" Aguirre.
Acto central
La cosa siguió en el andén de la estación. La docente e integrante de la comisión cooperadora Nancy Mazzaroni ofició de maestra de ceremonia del acto al que concurrieron representantes de escuelas locales, Cáritas y numerosos vecinos.
Varios oradores se sucedieron correspondiendo el primer lugar a Marisol Fraile, actual presidenta de la institución;la licenciada Marta Formica quien intervino para darle forma a la idea del hogar en sus comienzos y el secretario de Gobierno y Hacienda de la Municipalidad de General Villegas, Horacio Pascual.
A continuación tuvo lugar un emotivo homenaje de reconocimiento a Miriam Ricoy de Moraglio, quien a fin de año deja el hogar por decisión personal vinculada a su realidad familiar, tal como lo expresó a dirigir unas palabras de agradecimiento. Un ramo de flores; numerosos abrazos a cargo de algunos de los niños que con tanto cariño acompañó en una década de servicio generoso y un prolongado aplauso fueron el hermoso colorario. Miriam supo poner su energía, creatividad y alegría en cada intervención, incluso, como muchos lo reconocen, excediendo su prestación durante las horas entre las cacerolas del hogar, para ser una especia de madre sustituta a tiempo completo cuya ausencia se va a notar, sin dudas.
Vino luego el corte de la torta, la exhibición de un video armado con fotos de las distintas etapas de la entidad para compartir finalmente un refrigerio.
Reflexión final
Si bien el ideal sería que cada niño pueda recibir en la mesa de su propia casa el sustento que necesita, la realidad social y particularmente familiar que se vive por estos días, hace del Hogar de Día un eslabón necesario en la contención no solo nutricional sino afectiva de numerosos niños de nuestro pueblo. Los treinta y cinco pibes que día a día reciben en ese lugar mucho más que un plato de comida, seguramente pueden dar fe, mejor que nadie, de la importante función que "Caritas Felices" cumple en Bunge.
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