Confirmando el calificativo de pueblo fiestero, Bunge brilló una vez más de noche y en carnaval. En apenas ocho horas desde que se conoció la decisión de que la jornada inaugural suspendida el sábado se hacía el domingo, se montó la fiesta. Una tropa de colaboradores sumados a la comisión de Fútbol Club; los pibes metidos en las redes sociales pasando el dato y la gente que fue llegando en cantidad inesperada para muchos, le puso el marco estimado en 3.000 almas para reinventar la magia del encuentro en un carnaval donde es difícil sentirse solo un espectador, de ahí su rasgo distintivo. Si bien se contó con algunos números de América y Banderaló, el brillo lo aportaron los locales. La muy bien trabajada comparsa "Los angelitos bungenses" con un enorme salto de calidad con relación a su debut del año pasado; la belleza y el colorido de "Kopados" que la colocan muy por arriba de todo lo que se ha visto en muchos años en Bunge y los alrededores; la gracia del "Toro de la muerte; el homenaje a Yemil Guerra desde una marioneta que lo identifica; el excelente trabajo de los jovenes de la UTV (Unión de tomadores de vino) que hace años participa, aunque como bien señaló Darío, uno de los locutores, se cansaron de mostrarse en calzas de mujer y tomando en tetrabrik para presentar un cuadro de la prehistoria sencillamente descomunal. En fin, la presencia de "Flavio Mendoza" y "Pachano" en la piel de Ciro y Jorgito; el mennsaje ecológico de los Eco recicladores...No nos explayaremos demasiado desde este blog ya que haremos una crónica minuciosa en la edición en papel de "El Aguacero" que saldrá Dios mediante en algunos días. El sábado 3 se redobla la apuesta. Sólo restar esperar que el tiempo acompañe. Un último párrafo para alguien que anoche no apareció públicamente pero que tejió una red de colaboradores impresionante llamándolos uno por uno invitándolos a sumarse a la organización: Pedro Carafiello, dirigente por muchos años del club que, desde el silencio armó la urdimbre para tejer un año más un carnaval que ya se acerca a sus cien años por este pago tambero.
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